La papa
tardó en llegar a África, alrededor de inicios del siglo XX. En los últimos decenios la producción
ha crecido constantemente, de 2 millones de toneladas en 1960 a un volumen
extraordinario de 16,7 millones de toneladas en 2007. Las papas se cultivan en
una gran variedad de condiciones, desde las fincas comerciales irrigadas de
Egipto y Sudáfrica, hasta las tierras altas tropicales intensamente cultivadas
de África oriental y central, a cargo principalmente de los pequeños
productores.
La papa se
introdujo en Egipto en el siglo XIX y su producción a gran escala comenzó
durante la primera guerra mundial, porque los funcionarios británicos de la
colonia fomentaron la producción para alimentar a los soldados. Sin embargo,
después de la guerra, la mala calidad de las semillas importadas y la falta de
experiencia de los agricultores con este cultivo impidieron que aumentara su
producción.
Esta
situación cambió. Desde 1961 la producción de papa de regadío en Egipto,
concentrada en el norte del delta del Nilo, ha crecido a una tasa superior al
5% anual. Entre 1990 y 2007 la producción anual aumentó de 1,6 millones de
toneladas a unos 2,6 millones de toneladas, con lo que Egipto se convirtió en
primer productor africano de papas.
Egipto
también es uno de los principales exportadores mundiales de papa. En 2004, las
exportaciones ascendieron a más de 380 000 toneladas de papas frescas, y 18 000
toneladas de productos congelados de papa, destinados sobre todo a los mercados
europeos.
La papa
llegó al África oriental en el siglo XIX, a través de los misionarios y los
colonizadores europeos. Pero este cultivo no adquirió importancia para la
población de Malawi sino hasta el decenio de 1960, cuando su producción llegó a
unas 60 000 toneladas anuales.
Malawi es
actualmente el principal productor de papa del África subsahariana. En 2007
cosechó 2,2 millones de toneladas. La papa se cultiva principalmente en las
zonas altas, en las regiones sur y central del país, que son las más aptas por
tener una altura de entre 1 000 y 2 000 metros y más de 750 mm de lluvia al año. En
algunas partes de la región del sur los agricultores pueden recoger dos
cosechas al año. Con frecuencia la papa se siembra con el maíz y los frijoles
durante la principal temporada agrícola, de octubre a marzo.
Se exporta
una parte mínima de la producción de papa de Malawi. El consumo anual se ha
triplicado con creces en los últimos 15 años, a una elevada cifra de 88 kg per cápita.
Es probable
que los marineros holandeses que se dirigían al oriente asiático llevaran la
papa a Sudáfrica en el siglo XVII (los marineros promovían la producción de
papa en los puertos de escala, a fin de reabastecerse de tubérculos frescos).
La
producción de papa en Sudáfrica ha crecido mucho en los últimos 15 años, de 1,2
millones de toneladas en 1990
a la cifra extraordinaria de 1,97 millones de toneladas
en 2007. Casi toda la producción se cultiva en fincas relativamente extensas, y
cada vez más con riego y una producción promedio de más de 34 toneladas por
hectárea.
Sudáfrica
cuenta con una moderna industria de semillas de papa y, gracias en buena parte
a la acelerada urbanización del país, también tiene un dinámico sector de
elaboración de la papa, que utiliza unas 250 000 toneladas de papa al año,
principalmente para producir papas a la francesa congeladas y hojuelas de papa.
El consumo anual de papa es unos 30 kilogramos por persona.
Después de
la introducción del Solanum tuberosum en Argelia, a mediados del siglo
XIX, la papa se cultivó principalmente para exportarla al mercado francés.
Cuando Argelia se independizó de Francia, en 1962, los productores cosechaban
un promedio de 250 000 toneladas al año, de lo cual una tercera parte iba a los
mercados de exportación.
Desde
entonces, la papa se ha convertido en un cultivo importante para el consumo
interno, y en 2006 la producción batió un récord de 2,18 millones de toneladas.
La papa se cultiva en una superficie de 90 000 hectáreas,
y se puede sembrar y cosechar en Argelia prácticamente todo el año.
Las
principales zonas de cultivo de la papa están en la costa mediterránea, donde
el clima benigno permite producirla durante todo el año. También se cultivan
papas a alturas de 500
metros en las montañas y los valles situados entre las
costas y los montes Atlas, así como en las mesetas elevadas. El consumo anual
de papas en Argelia aumento de 35 kilogramos en 1990, a unos 57 kilogramos en
2005.
En Marruecos
la papa probablemente estaba bien establecida desde antes que el país se
convirtiera en protectorado francés, en 1910. Desde la independencia, en 1956,
la producción ha crecido con vigor, de unas 150 000 toneladas en 1961 a un volumen récord de
1,56 millones de toneladas en 2006. En el mismo período, la producción aumentó
de 10 toneladas a más de 26 toneladas por hectárea.
Por su
volumen, la papa hoy es el tercer cultivo de Marruecos, después de la remolacha
azucarera y el trigo, y el segundo después de los tomates, entre las hortalizas
de exportación, con unas 40 000 toneladas enviadas a Europa en 2005.
La papa se
cultiva todo el año, salvo por un breve período durante el invierno. La
producción de papa fresca se concentra en la costa del Atlántico al norte y al
sur de Casablanca, donde un clima mediterráneo modificado ofrece condiciones
aptas para su cultivo. También se produce papa en las zonas montañas de los Altas,
a alturas de más de 3
000 metros sobre el nivel del mar. El marroquí promedio
consume 42 kilogramos
de papa al año.
Los soldados
alemanes y los misioneros belgas llevaron la papa a Rwanda a principios del
siglo XX. Hoy, la papa es el segundo cultivo más importante de este país,
después de los plátanos. Y en la región subsahariana, Rwanda es el tercer
productor de papa, después de Sudáfrica y Malawi.
Desde 1961,
la producción de papa en Rwanda ha crecido de menos de 100 000 toneladas, a un
volumen sin precedentes de 1,3 millones de toneladas en 2005. La cosecha de
2007 fue un poco inferior. Las papas se dan bien en muchas partes del país,
sobre todo a mayor altura de 1 800 metros sobre el nivel del mar, y en
algunas zonas se recogen dos cosechas al año. El sector de la papa está formado
principalmente por pequeñas fincas que intercalan el cultivo de papa con los
frijoles y el maíz, y la producción promedio es de casi 10 toneladas por
hectárea.
La papa es
la base de la seguridad alimentaria en Rwanda. El consumo anual es muy elevado,
de 125 kilogramos
por persona, con lo cual este tubérculo es la segunda fuente más importante de
calorías, después de la yuca.
En el mundo
de la papa, destaca el país más poblado de África, Nigeria. Es el cuarto
productor de papa del África subsahariana, destina una superficie de tierras al
cultivo de la papa equivalente a la de Alemania, y la producción de papa se ha
septuplicado en los últimos 10 años, para llegar en 2007 a un volumen de 840 000
toneladas.
La principal
zona productora de papa es la meseta de Jos, donde una altura de 1 200 a 1 400 metros y temperaturas
del verano pocas veces superiores a los 35ºC ofrecen un clima templado, adecuado para
la producción de este cultivo. Sin embargo, limita la producción la falta de
variedades adecuadas, así como el elevado costo de la tierra y la mano de obra.
Por esto, la productividad de Nigeria es una de las más bajas del mundo, con
poco más de 3,1 toneladas por hectárea.
El consumo
de papa también es muy bajo, apenas unos 3,2 kilogramos per
cápita al año. Sin embargo, en Nigeria está aumentando el gusto por las papas,
sobre todo en las zonas urbanas, que están creciendo aceleradamente. Desde
2000, las importaciones de papa cruda y elaborada han aumentado de menos de 9
000 toneladas a 40 000 toneladas al año.
La papa,
llevada a África oriental por los agricultores británicos en el decenio de 1880, ha adquirido cada
vez más importancia en los últimos 30 años, como alimento básico y como fuente
de ingreso agrícola. Es el segundo cultivo alimentario, por la cantidad
producida, después del maíz. En 2007 se produjo alrededor de 800 000 de
toneladas de papas.
En Kenya los
pequeños agricultores son los principales productores de papa y muchos de estos
productores son mujeres, si bien hay algunos grandes productores comerciales.
El cultivo de papa se concentra en las zonas altas, entre 1 200 y 3 000 metros sobre el
nivel del mar.
Casi toda la
papa producida en Kenya se consume en el país, con un promedio de casi 25 kilogramos por
persona al año. La papa gusta no sólo a la población rural que la produce, sino
que también a la población urbana de ingresos más altos. Si bien en algunos
países africanos se considera un "alimento de pobres", en Kenya es un
producto alimentario de gran calidad y prestigio.
El cultivo
de la papa llegó a Uganda a principios del siglo XX, posiblemente gracias a los
misionarios procedentes del Congo. A mediados de siglo se producía extensamente
este tubérculo en las tierras altas y frescas del país, en realidad llegó a
proliferar tanto que en algunas zonas la consideraban una maleza.
En 1960, el
Ministerio de Agricultura de Uganda puso en marcha un programa que ayudó a
incrementar la producción promedio hasta 10 toneladas por hectárea. La
producción llegó a 350 000 toneladas en el decenio de 1970, pero cayó mucho
durante el generalizado conflicto civil del decenio siguiente.
Desde 1990
la producción de papa se ha recuperado, y pasó de 224 mil toneladas a una
cosecha sin precedentes de 650 mil toneladas en 2007. En el mismo período, la
superficie cultivada de papas se triplicó hasta alcanzar una extensión de unas
90 mil hectáreas. Casi la mitad de la cosecha nacional se produce en las
tierras altas de Kabale, intensamente explotadas, que están a unos 2 000 metros sobre el
nivel del mar, a unos 400
kilómetros al suroeste de Kampala.
A principios
del siglo XVI los barcos del Portugal llevaron papas y batatas a lo que habría
de convertirse en el África occidental portuguesa. Si bien la batata se
popularizó mucho entre los agricultores locales, la producción de papa se
circunscribió a la meseta de Bié, donde la altura y los vientos del Atlántico
crean un clima templado.
Al
independizarse, en 1975, la producción anual de papa en Angola era de unas 32
000 toneladas, la mayor parte se cultivaba en las tierras altas de la provincia
de Huambo. La producción se estancó en los siguientes 27 años de guerra civil,
pero floreció al restablecerse la paz. Entre 2002 y 2007, la superficie
destinada al cultivo de papa se triplicó y la producción se duplicó, pasando de
260 000 toneladas a una cosecha récord de 615 000 toneladas.
Se estima un
consumo anual de papa de 15
kilogramos por persona, que está en acelerado aumento
debido a la urbanización. Sin embargo, limitan la producción una productividad
baja, de unas 5 toneladas por hectárea, grandes pérdidas postcosecha y la
dependencia de papa semilla importada. Para satisfacer la demanda, Angola
también importa papas de Sudáfrica.
Se atribuye
a un inmigrante alemán la introducción de la papa en Etiopía, en 1858. En los
siguientes decenios, los agricultores de las tierras altas de Etiopía
comenzaron a adoptar el nuevo cultivo, que fue considerado "póliza de
seguro" contra posibles malas cosechas de los cereales.
Entre los
países africanos, es posible que Etiopía tenga el mayor potencial para la
producción de papa: el 70% de sus tierras agrícolas –situadas principalmente
por encima de los 1 500
metros sobre el nivel del mar– están consideradas aptas
para la papa. Como en las montañas vive también casi el 90% de la población de
Etiopía, la papa podría contribuir a la seguridad alimentaria del país.
En Etiopía
hoy se sigue considerando la papa un cultivo secundario, y su consumo anual por
persona es de apenas unos 5
kilogramos. Sin embargo, se está propagando
constantemente el cultivo de este tubérculo. La FAO estima que la producción aumentó de 280 000
toneladas en 1993 a
460 000 toneladas en 2007.
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