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11 de octubre de 2013

La papa en africa





La papa tardó en llegar a África, alrededor de inicios del siglo XX. En los últimos decenios la producción ha crecido constantemente, de 2 millones de toneladas en 1960 a un volumen extraordinario de 16,7 millones de toneladas en 2007. Las papas se cultivan en una gran variedad de condiciones, desde las fincas comerciales irrigadas de Egipto y Sudáfrica, hasta las tierras altas tropicales intensamente cultivadas de África oriental y central, a cargo principalmente de los pequeños productores.
1. Egipto
La papa se introdujo en Egipto en el siglo XIX y su producción a gran escala comenzó durante la primera guerra mundial, porque los funcionarios británicos de la colonia fomentaron la producción para alimentar a los soldados. Sin embargo, después de la guerra, la mala calidad de las semillas importadas y la falta de experiencia de los agricultores con este cultivo impidieron que aumentara su producción.
Esta situación cambió. Desde 1961 la producción de papa de regadío en Egipto, concentrada en el norte del delta del Nilo, ha crecido a una tasa superior al 5% anual. Entre 1990 y 2007 la producción anual aumentó de 1,6 millones de toneladas a unos 2,6 millones de toneladas, con lo que Egipto se convirtió en primer productor africano de papas.
Egipto también es uno de los principales exportadores mundiales de papa. En 2004, las exportaciones ascendieron a más de 380 000 toneladas de papas frescas, y 18 000 toneladas de productos congelados de papa, destinados sobre todo a los mercados europeos.
2. Malawi
La papa llegó al África oriental en el siglo XIX, a través de los misionarios y los colonizadores europeos. Pero este cultivo no adquirió importancia para la población de Malawi sino hasta el decenio de 1960, cuando su producción llegó a unas 60 000 toneladas anuales.
Malawi es actualmente el principal productor de papa del África subsahariana. En 2007 cosechó 2,2 millones de toneladas. La papa se cultiva principalmente en las zonas altas, en las regiones sur y central del país, que son las más aptas por tener una altura de entre 1 000 y 2 000 metros y más de 750 mm de lluvia al año. En algunas partes de la región del sur los agricultores pueden recoger dos cosechas al año. Con frecuencia la papa se siembra con el maíz y los frijoles durante la principal temporada agrícola, de octubre a marzo.
Se exporta una parte mínima de la producción de papa de Malawi. El consumo anual se ha triplicado con creces en los últimos 15 años, a una elevada cifra de 88 kg per cápita.
3. Sudáfrica
Es probable que los marineros holandeses que se dirigían al oriente asiático llevaran la papa a Sudáfrica en el siglo XVII (los marineros promovían la producción de papa en los puertos de escala, a fin de reabastecerse de tubérculos frescos).
La producción de papa en Sudáfrica ha crecido mucho en los últimos 15 años, de 1,2 millones de toneladas en 1990 a la cifra extraordinaria de 1,97 millones de toneladas en 2007. Casi toda la producción se cultiva en fincas relativamente extensas, y cada vez más con riego y una producción promedio de más de 34 toneladas por hectárea.
Sudáfrica cuenta con una moderna industria de semillas de papa y, gracias en buena parte a la acelerada urbanización del país, también tiene un dinámico sector de elaboración de la papa, que utiliza unas 250 000 toneladas de papa al año, principalmente para producir papas a la francesa congeladas y hojuelas de papa. El consumo anual de papa es unos 30 kilogramos por persona.
4. Argelia
Después de la introducción del Solanum tuberosum en Argelia, a mediados del siglo XIX, la papa se cultivó principalmente para exportarla al mercado francés. Cuando Argelia se independizó de Francia, en 1962, los productores cosechaban un promedio de 250 000 toneladas al año, de lo cual una tercera parte iba a los mercados de exportación.
Desde entonces, la papa se ha convertido en un cultivo importante para el consumo interno, y en 2006 la producción batió un récord de 2,18 millones de toneladas. La papa se cultiva en una superficie de 90 000 hectáreas, y se puede sembrar y cosechar en Argelia prácticamente todo el año.
Las principales zonas de cultivo de la papa están en la costa mediterránea, donde el clima benigno permite producirla durante todo el año. También se cultivan papas a alturas de 500 metros en las montañas y los valles situados entre las costas y los montes Atlas, así como en las mesetas elevadas. El consumo anual de papas en Argelia aumento de 35 kilogramos en 1990, a unos 57 kilogramos en 2005.
5. Marruecos
En Marruecos la papa probablemente estaba bien establecida desde antes que el país se convirtiera en protectorado francés, en 1910. Desde la independencia, en 1956, la producción ha crecido con vigor, de unas 150 000 toneladas en 1961 a un volumen récord de 1,56 millones de toneladas en 2006. En el mismo período, la producción aumentó de 10 toneladas a más de 26 toneladas por hectárea.
Por su volumen, la papa hoy es el tercer cultivo de Marruecos, después de la remolacha azucarera y el trigo, y el segundo después de los tomates, entre las hortalizas de exportación, con unas 40 000 toneladas enviadas a Europa en 2005.
La papa se cultiva todo el año, salvo por un breve período durante el invierno. La producción de papa fresca se concentra en la costa del Atlántico al norte y al sur de Casablanca, donde un clima mediterráneo modificado ofrece condiciones aptas para su cultivo. También se produce papa en las zonas montañas de los Altas, a alturas de más de 3 000 metros sobre el nivel del mar. El marroquí promedio consume 42 kilogramos de papa al año.
6. Rwanda
Los soldados alemanes y los misioneros belgas llevaron la papa a Rwanda a principios del siglo XX. Hoy, la papa es el segundo cultivo más importante de este país, después de los plátanos. Y en la región subsahariana, Rwanda es el tercer productor de papa, después de Sudáfrica y Malawi.
Desde 1961, la producción de papa en Rwanda ha crecido de menos de 100 000 toneladas, a un volumen sin precedentes de 1,3 millones de toneladas en 2005. La cosecha de 2007 fue un poco inferior. Las papas se dan bien en muchas partes del país, sobre todo a mayor altura de 1 800 metros sobre el nivel del mar, y en algunas zonas se recogen dos cosechas al año. El sector de la papa está formado principalmente por pequeñas fincas que intercalan el cultivo de papa con los frijoles y el maíz, y la producción promedio es de casi 10 toneladas por hectárea.
La papa es la base de la seguridad alimentaria en Rwanda. El consumo anual es muy elevado, de 125 kilogramos por persona, con lo cual este tubérculo es la segunda fuente más importante de calorías, después de la yuca.
7. Nigeria
En el mundo de la papa, destaca el país más poblado de África, Nigeria. Es el cuarto productor de papa del África subsahariana, destina una superficie de tierras al cultivo de la papa equivalente a la de Alemania, y la producción de papa se ha septuplicado en los últimos 10 años, para llegar en 2007 a un volumen de 840 000 toneladas.
La principal zona productora de papa es la meseta de Jos, donde una altura de 1 200 a 1 400 metros y temperaturas del verano pocas veces superiores a los 35ºC ofrecen un clima templado, adecuado para la producción de este cultivo. Sin embargo, limita la producción la falta de variedades adecuadas, así como el elevado costo de la tierra y la mano de obra. Por esto, la productividad de Nigeria es una de las más bajas del mundo, con poco más de 3,1 toneladas por hectárea.
El consumo de papa también es muy bajo, apenas unos 3,2 kilogramos per cápita al año. Sin embargo, en Nigeria está aumentando el gusto por las papas, sobre todo en las zonas urbanas, que están creciendo aceleradamente. Desde 2000, las importaciones de papa cruda y elaborada han aumentado de menos de 9 000 toneladas a 40 000 toneladas al año.
8. Kenya
La papa, llevada a África oriental por los agricultores británicos en el decenio de 1880, ha adquirido cada vez más importancia en los últimos 30 años, como alimento básico y como fuente de ingreso agrícola. Es el segundo cultivo alimentario, por la cantidad producida, después del maíz. En 2007 se produjo alrededor de 800 000 de toneladas de papas.
En Kenya los pequeños agricultores son los principales productores de papa y muchos de estos productores son mujeres, si bien hay algunos grandes productores comerciales. El cultivo de papa se concentra en las zonas altas, entre 1 200 y 3 000 metros sobre el nivel del mar.
Casi toda la papa producida en Kenya se consume en el país, con un promedio de casi 25 kilogramos por persona al año. La papa gusta no sólo a la población rural que la produce, sino que también a la población urbana de ingresos más altos. Si bien en algunos países africanos se considera un "alimento de pobres", en Kenya es un producto alimentario de gran calidad y prestigio.
9. Uganda
El cultivo de la papa llegó a Uganda a principios del siglo XX, posiblemente gracias a los misionarios procedentes del Congo. A mediados de siglo se producía extensamente este tubérculo en las tierras altas y frescas del país, en realidad llegó a proliferar tanto que en algunas zonas la consideraban una maleza.
En 1960, el Ministerio de Agricultura de Uganda puso en marcha un programa que ayudó a incrementar la producción promedio hasta 10 toneladas por hectárea. La producción llegó a 350 000 toneladas en el decenio de 1970, pero cayó mucho durante el generalizado conflicto civil del decenio siguiente.
Desde 1990 la producción de papa se ha recuperado, y pasó de 224 mil toneladas a una cosecha sin precedentes de 650 mil toneladas en 2007. En el mismo período, la superficie cultivada de papas se triplicó hasta alcanzar una extensión de unas 90 mil hectáreas. Casi la mitad de la cosecha nacional se produce en las tierras altas de Kabale, intensamente explotadas, que están a unos 2 000 metros sobre el nivel del mar, a unos 400 kilómetros al suroeste de Kampala.
10. Angola
A principios del siglo XVI los barcos del Portugal llevaron papas y batatas a lo que habría de convertirse en el África occidental portuguesa. Si bien la batata se popularizó mucho entre los agricultores locales, la producción de papa se circunscribió a la meseta de Bié, donde la altura y los vientos del Atlántico crean un clima templado.
Al independizarse, en 1975, la producción anual de papa en Angola era de unas 32 000 toneladas, la mayor parte se cultivaba en las tierras altas de la provincia de Huambo. La producción se estancó en los siguientes 27 años de guerra civil, pero floreció al restablecerse la paz. Entre 2002 y 2007, la superficie destinada al cultivo de papa se triplicó y la producción se duplicó, pasando de 260 000 toneladas a una cosecha récord de 615 000 toneladas.
Se estima un consumo anual de papa de 15 kilogramos por persona, que está en acelerado aumento debido a la urbanización. Sin embargo, limitan la producción una productividad baja, de unas 5 toneladas por hectárea, grandes pérdidas postcosecha y la dependencia de papa semilla importada. Para satisfacer la demanda, Angola también importa papas de Sudáfrica.
11. Etiopía
Se atribuye a un inmigrante alemán la introducción de la papa en Etiopía, en 1858. En los siguientes decenios, los agricultores de las tierras altas de Etiopía comenzaron a adoptar el nuevo cultivo, que fue considerado "póliza de seguro" contra posibles malas cosechas de los cereales.
Entre los países africanos, es posible que Etiopía tenga el mayor potencial para la producción de papa: el 70% de sus tierras agrícolas –situadas principalmente por encima de los 1 500 metros sobre el nivel del mar– están consideradas aptas para la papa. Como en las montañas vive también casi el 90% de la población de Etiopía, la papa podría contribuir a la seguridad alimentaria del país.
En Etiopía hoy se sigue considerando la papa un cultivo secundario, y su consumo anual por persona es de apenas unos 5 kilogramos. Sin embargo, se está propagando constantemente el cultivo de este tubérculo. La FAO estima que la producción aumentó de 280 000 toneladas en 1993 a 460 000 toneladas en 2007.

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