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27 de septiembre de 2013
Comer barato
Legumbres, "proteínas" a cucharadas. Quienes vivieron una crisis económica anterior ya añadían arroz al guiso de legumbres para conformar un plato energético y nutritivo, a un precio más asequible que la carne. Ahora es un buen momento para recuperar los platos de cuchara, como los guisos de legumbres con arroz y verduras, que representan platos económicos, sabrosos y básicos para una dieta equilibrada.
Frutas, hortalizas y verdura, del tiempo. Ahora más que nunca, es el momento de escoger la fruta y las verduras de la estación, a un precio más razonable que otras variedades que se comercializan fuera de temporada. Hay variedades de manzanas, peras y naranjas en las distintas estaciones, por lo que estas nutritivas frutas serán las elegidas en un menú ajustado de presupuesto. El transporte de los alimentos también genera contaminación....aviones, barcos, camiones.....
Arroz, pasta, patata y pan, alternar su consumo. Los cuatro tipos de alimentos destacan por su contenido en hidratos de carbono y dan lugar a platos energéticos, de consumo necesario para hacer frente al esfuerzo físico y mental diarios.Seguro que el azucar es el mas barato y el mas energético. Pero no conviene abusar.
Pescados todas las semanas. El pescado fresco de oferta, limpio de espinas y tripas, admite la congelación con la garantía de aprovecharlo en los momentos en que el precio de este alimento básico suba. Las conservas de pescado (atún, sardinas, caballa...) o de marisco (mejillones, chipirones...) son una alternativa valiosa para incluir estos alimentos en la dieta diaria, ya sea en ensaladas, mezclados con el arroz y la pasta, en rellenos de pimientos e, incluso, en tortilla.
Pollo, pavo y conejo, carnes magras a buen precio. ¿Qué necesidad hay de comer carnes rojas si las blancas como el pollo, el pavo o el conejo son más baratas, tan nutritivas e incluso más saludables?. Un voto personal por las pechugas de pavo y pollo.
20 de septiembre de 2013
Fuego y comida
Fuego- Humo -Comida.
Trataremos de explicar los problemas que puede presentar la comida quemada.
Preparar alimentos a temperaturas elevadas, sobre todo carnes y pescados en la barbacoa, o cocer cereales como pan o pizza en hornos de leña puede provocar, si hay contacto directo con la llama, la formación de compuestos tóxicos para la salud. Por tanto, cocinar a la brasa debe hacerse de manera que los alimentos no entren en contacto con el fuego para evitar que se queme la superficie del alimento y que quede crudo el interior. El artículo explica cuáles son las sustancias contaminantes que se pueden formar con una cocción con fuego y cómo evitarlas.
Cocinar los alimentos de forma adecuada ayuda a eliminar bacterias patógenas, mejora la seguridad biológica y añade sabor a las recetas. Pero debe tenerse en cuenta que cocinar en exceso los alimentos puede generar riesgos, así que es indispensable conseguir un equilibrio entre una cocción insuficiente y una excesiva que los queme. En este caso, pueden formarse hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), como el benzopireno y el dibenzoantraceno. Estos compuestos tienen capacidad mutagénica y se suelen producir durante la preparación de alimentos a elevadas temperaturas, sobre todo si hay contacto directo con la llama. Es recomendable, por tanto, que la cocción se realice con el calor de las brasas, no por el contacto directo con la llama a fin de evitar la formación de contaminantes de proceso.
Cocción con fuego y contaminantes
Los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) son sustancias que se producen cuando se cocina carne o pescado a temperaturas elevadas, como asar a la parrilla con fuego directo. Según el Instituto Nacional del Cáncer estadounidense, los HAP "se forman cuando la grasa y los jugos de la carne gotean en el fuego y provocan llamas, que contienen HAP que se adhieren a la superficie de la carne". Estas sustancias pueden originarse también con otros procesos de preparación, como el ahumado. Según el mismo instituto, los HAP "son mutagénicos, es decir, ocasionan cambios en el ADN que pueden aumentar el riesgo de cáncer".
Para evitar la exposición a este tipo de sustancias, es recomendable:
-
Preparar el fuego con suficiente antelación para generar brasas.
-
No exponer la carne de forma directa a las llamas y evitar una cocción prolongada.
-
Girar la carne con frecuencia sobre la fuente de calor reduce la formación de aminas heterocíclicas.
-
Eliminar las posibles partes requemadas que hayan podido crearse.
-
Utilizar marinados y reducir la temperatura de la parrilla y limpiarla bien después de cada uso.
Tiempo, temperatura y acrilamida
Otra de las sustancias que se forma durante el proceso de cocción, en este caso la fritura y horneados, es la acrilamida. Aparece cuando se somete a altas temperaturas a alimentos con gran proporción de carbohidratos (patatas fritas, pan o galletas). Numerosas investigaciones realizadas sobre la producción de esta sustancia la relacionan con un aminoácido, la asparagina que, en presencia de azúcares naturales y durante el proceso de fritura, se descompone y da lugar a varios subproductos, entre ellos la acrilamida. Se forma sobre todo si se alcanzan temperaturas de unos 180ºC, aunque puede evitarse si los alimentos no se fríen en exceso, si se impide que el pan se tueste demasido o si se fríe con aceite limpio.Los procesos de cocción como el horneado o la fritura influyen en la formación de acrilamida, clasificada como "probable cancerígeno para los humanos". Reducir su contenido en productos como patatas fritas, galletas o cereales de desayuno es una de las tareas prioritarias en seguridad alimentaria. Los expertos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre Contaminantes en la Cadena Alimentaria (CONTAM) acaban de empezar una evaluación sobre la toxicidad de la acrilamida en las personas. A mediados de 2014 tienen previsto actualizar los datos y realizar un dictamen científico sobre el tema.
19 de septiembre de 2013
Bimenes Ministerio.... Medio Ambiente
Caminos Naturales Bimenes---Laviana
Menuda sorpresa me llevé al ver que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
Recomendaba un sendero natural que comenzaba en Melendreros.
(Senderos naturales Cordillera Cantábrica. Asturias interior)
Esta etapa parte de Melendreros, en el concejo de Bimenes, y desciende en dirección suroeste, próxima en su recorrido a la cara oeste de la Sierra de Peñamayor, hacia el concejo de Laviana, en el valle del río Nalón. El primer sector de la etapa asciende entre pastos y cabañas, con el cordal de Peñamayor a la izquierda, hasta la Campa Fresneo.
El primer
tramo del recorrido comienza al final de Los Melendreros, donde se ubica
el panel de inicio-fin de etapa, junto a la Fuente de la Pipa. A partir
de aquí, asciende entre cabañas y pastos delimitados por matas de
avellano (Corylus avellana), espineras (Crataegus monogyna) y abedules (Betula pendula).
Posteriormente,
el camino alcanza el albergue de Fayacaba, punto de cruce con la etapa
8, que llega desde el otro lado de la Sierra de Peñamayor. En esta parte
de la ruta observaremos a la derecha el valle del río Rozaes (concejo
de Bimenes), con Los Melendreros a la derecha. Poco después, el sendero
rodea el área recreativa de Xerru Gües, pasando por un bosquete de hayas
(Fagus sylvatica) y acebos (Ilex aquifolium), y continúa entre prados y cabañas hasta la Campa Fresneo.
Ya en el
concejo de Laviana, el último sector de la etapa desciende desde la
Campa Fresneo hasta Entralgo, a orillas del río Nalón. El primer tramo
de este sector desciende por una pista de tierra, dejando atrás la
Sierra de Peñamayor y la Campa Fresneo. El Camino Natural continúa
alternando tramos de hormigón y tierra, en pronunciado descenso durante
un largo trayecto. Los últimos metros de la ruta llegan a Pando y bajan
por un pequeño sendero hasta Puente de Arco. Hay que tener especial
atención en este tramo con la señalización en Pando.
Hay que
atravesar las “caleyas” entre las casas del pueblo cogiendo siempre en
los cruces el camino con mayor pendiente hacia abajo. Se atraviesa un
magnífico castañar pasando por un camino de hormigón empedrado.
En
Puente de Arco, encontraremos un puente sobre el río Nalón que conserva
el perfil alomado típico bajomedieval (siglos XIII-XIV). El puente da
paso al antiguo camino romano que desde Tarna descendía siguiendo el
valle hasta el centro de Asturias.
En sus proximidades, se levanta una capilla donde tradicionalmente los regidores de Laviana tomaban posesión de sus cargos.
Tras
cruzar el puente, la senda prosigue unos metros curso abajo del río
Nalón, hasta que llega a una carretera, por donde continúa hacia la
izquierda. Poco después, alcanzaremos Entralgo, donde se encuentra el
panel de fin de etapa, así como un panel informativo sobre el Paisaje
Protegido de las Cuencas Mineras, ambos al lado de la carretera.
La Sierra de Peñamayor
La
Sierra de Peñamayor se encuentra repartida entre los concejos de
Piloña, Bimenes, Nava y Laviana. Su envergadura la hace visible en buena
parte de la zona central de Asturias y debe su nombre al Pico de
Peñamayor, de 1.140 metros, en cuyas laderas nace el río Piloña.
Peñamayor
también comprende otras cumbres, como El Texu, La Camporra y
Varallonga, alcanzando su máxima cota en el Pico de El Triguero, de
1.293 metros, desde cuya cima se contempla una extensa y hermosa
panorámica de todo el cordal; las sierras del Cuera, Sueve y Aramo; los
cordales de Ponga y Piloña; los Picos de Europa; Ubiña, así como otras
cumbres del interior.
La carbayera o robledal (Quercus robur)
es la principal cubierta forestal, junto a los acebos y espinos que
colonizan la base de la ladera, sobre todo en la zona oriental. La parte
superior de la sierra está pastoreada por caballos, vacas, ovejas y
cabras, y tan sólo mantiene brezales (Erica sp.) y helechales,
además de prados de diente. La población animal pasa por una amplia
distribución de mamíferos y aves, como el busardo ratonero (Buteo buteo), el avión roquero (Ptyonoprogne rupestris) y la chova piquigualda (Pyrrhocorax graculus).
Desde Melendreros nace una pista que discurre entre praderías y cabañas,
por la que se asciende hasta ganar el caserío de La Muda, en Fayacaba,
un hermoso paraje donde hay un albergue de montaña y una fuente. En este
lugar la pista se bifurca. Continuando de frente por la pista, se llega
a la majada de Campagües y a las camperas contiguas de Pasaoriu,
dejando a la izquierda el cordal de Peñamayor. Tras pasar estos pastos,
se alcanza la collada de Llagos y, por una mullida campera, salpicada de
tejos(Taxus baccata), espineras y carrascos (Pinus halepensis Mill),
se avanza por la lomera hasta la cima de El Triguero. Después de entrar
en Laviana, se pasa junto al Pozo Funeres, un lugar muy visitado por
los hechos históricos que allí acontecieron.
La
comarca fue lugar de tragedia tras la Guerra Civil y una placa situada
en el Pozu Funeres recuerda uno de los episodios más dolorosos ocurrido
allí en 1948.
4 de septiembre de 2013
Humo y Salud
No solo tenemos humos en nuestras ciudades desarrolladas. Por nuestras fabricas y nuestros vehiculos.
Importa y mucho el humo que respiran muchas personas, por cocinar simplemente. Veremos partes de un texto de : Vinod Mishra
"Las concentraciones de contaminantes atmosféricos perjudiciales para la salud tienden a ser más altas en lugares cerrados en los países en desarrollo, contrario a la creencia común de que esto es ante todo un fenómeno urbano asociado con los vehículos motorizados y las industrias. Una gran proporción de los hogares en países en desarrollo dependen de combustibles de biomasa – leña, estiércol y residuos de sus cultivos – para cocinar y calentar sus viviendas. Como resultado, unos 3.500 millones de personas, en su mayoría residentes en zonas rurales, están expuestas a altos niveles de contaminantes atmosféricos en sus casas.
A medida que las sociedades van modernizándose, los hogares suben un
peldaño en la “escalera energética” a los combustibles líquidos o
gaseosos más limpios y, en algunos casos, la electricidad para cocinar.
Se proyecta que el uso de los combustibles de biomasa irá disminuyendo
lentamente en general, pero continuarán siendo la primera fuente de
energía doméstica en gran parte del mundo en desarrollo durante el
futuro previsible: según algunos estimados, en algunas regiones pobres,
la dependencia de estos combustibles en efecto podría haber aumentado en
fecha reciente"
Los ambientes dedicados a cocinar tienden a estar mal ventilados en
muchas viviendas de los países en desarrollo, que en su mayoría no
tienen una cocina separada. La vida se desarrolla en torno al lugar en
que se cocinan las comidas, y las mujeres pasan gran parte de su tiempo
allí. Las cocinas en su mayoría son muy primitivas – con frecuencia nada
más que un hoyo o tres ladrillos – y queman los biocombustibles de
manera ineficiente. Así, los habitantes, y las mujeres y los niños
pequeños en especial, tienden a estar expuestos a altos niveles de humo
de cocinas, que exceden con mucho los niveles recomendados por la O M S.
Este humo de biomasa contiene muchos componentes nocivos, incluso
partículas respirables en suspensión, monóxido de carbono, óxidos de
nitrógeno, formaldehido, e hidrocarburos poliaromáticos tales como
benzo(a)pirina. Altas exposiciones a estos componentes pueden afectar el
sistema respiratorio, los ojos, y las respuestas del sistema inmune, y
aumentar la susceptibilidad a las infecciones y las enfermedades. Se los
ha vinculado con serios problemas de salud, incluso tuberculosis,
infecciones respiratorias agudas, enfermedad pulmonar obstructiva
crónica, cor pulmonale, y cáncer del pulmón – y se asocian con asma,
ceguera, anemia, y resultados adversos del embarazo como peso bajo al
nacer y mortalidad perinatal.
Tuberculosis
Recientes investigaciones sugieren que personas que viven en casas que dependen fundamentalmente de biocombustibles para cocinar con dos a tres mayor probabilidad contraerán tuberculosis activa que aquellas que usan combustibles más limpios. Al reducir la resistencia a la infección inicial o promocionar el desarrollo de tuberculosis activa en personas que ya están infectadas, o ambos, el humo de las cocinas puede aumentar el riesgo de tuberculosis. La tuberculosis pulmonar, la forma más común de la enfermedad, es transmitida por la tos, que se ve aumentada por el humo. La benzo(a)pirina, un conocido carcinógeno, se halla en este humo en grandes cantidades, y hay pruebas de que esto puede deprimir las respuestas del sistema inmune.
Infecciones respiratorias agudas
Estas infecciones constituyen la causa singular más importante de morbilidad y mortalidad en todas partes del mundo, dando cuenta de la muerte de más de 3 millones de niños menores de cinco años cada año – y de un 9% aproximadamente de toda la carga de enfermedad en el mundo. La exposición prolongada a altos niveles de humo de biomasa puede dañar la capacidad de depuración de los pulmones y volverlos más susceptibles a infección. Los efectos pueden ser particularmente graves para los niños pequeños, que tienden a quedarse en la casa, a menudo atados a la espalda o sentados en el regazo de la madre mientras ella está cocinando.
Las infecciones respiratorias repetidas o graves en la infancia también pueden conducir a enfermedades crónicas de los pulmones en la edad adulta. Un número de estudios han reportado una asociación entre la exposición al humo de biomasa y bronquitis crónica o enfermedad de obstrucción pulmonar.
Es probable que, más bien que causar el asma en primer lugar, el humo agravará el asma desencadenando un ataque. No obstante, los ataques repetidos debidos a la exposición al humo pueden dejar a la persona más vulnerable a pequeñas dosis y aumentar la gravedad de los ataques. La exposición a partículas finas en el humo se ha vinculado con mayores síntomas de asma y visitas a consultorios de emergencia.
El humo de la combustión de biomasa contiene grandes cantidades de monóxido de carbono (CO), que puede combinarse con hemoglobina en la sangre para producir carboxihemo-globina (HbCO), reduciendo con ello efectivamente la cantidad de oxígeno transportado a los tejidos del cuerpo y causando anemia. Esto es particularmente importante para las mujeres debido a que ellas tienen menos reservas de hemoglobina que los hombres, y porque sus niveles naturales de HbCO aumentan considerablemente durante el embarazo. Por otra parte, las mujeres son quienes cocinan y están más expuestas al CO.
Es sabido que las cataratas – la principal causa próxima de ceguera total en el mundo – están vinculadas con el daño al ojo que, entre otros factores, puede ser producido por una pesada contaminación transportada por el aire. Varios estudios en humanos indican que el humo de tabaco puede causar catarata, lo cual sugiere que el humo de las cocinas podría tener un efecto similar, si bien la investigación llevada a cabo es limitada. El tracoma y la conjuntivitis, también causantes de ceguera, tal vez podrían ser agravados por el humo.
El humo de las cocinas, igual que el humo de tabaco, contiene numorosos hidrocarburos aromáticos policíclicos, tales como benzo(a)pirina, que pueden causar cánceres. La investigación empírica ha demostrado una asociación entre la exposición al humo de carbón y el cáncer de pulmón, pero la evidencia que vincula el humo de biomasa con el cáncer de pulmón es limitada.
Tuberculosis
Recientes investigaciones sugieren que personas que viven en casas que dependen fundamentalmente de biocombustibles para cocinar con dos a tres mayor probabilidad contraerán tuberculosis activa que aquellas que usan combustibles más limpios. Al reducir la resistencia a la infección inicial o promocionar el desarrollo de tuberculosis activa en personas que ya están infectadas, o ambos, el humo de las cocinas puede aumentar el riesgo de tuberculosis. La tuberculosis pulmonar, la forma más común de la enfermedad, es transmitida por la tos, que se ve aumentada por el humo. La benzo(a)pirina, un conocido carcinógeno, se halla en este humo en grandes cantidades, y hay pruebas de que esto puede deprimir las respuestas del sistema inmune.
Infecciones respiratorias agudas
Estas infecciones constituyen la causa singular más importante de morbilidad y mortalidad en todas partes del mundo, dando cuenta de la muerte de más de 3 millones de niños menores de cinco años cada año – y de un 9% aproximadamente de toda la carga de enfermedad en el mundo. La exposición prolongada a altos niveles de humo de biomasa puede dañar la capacidad de depuración de los pulmones y volverlos más susceptibles a infección. Los efectos pueden ser particularmente graves para los niños pequeños, que tienden a quedarse en la casa, a menudo atados a la espalda o sentados en el regazo de la madre mientras ella está cocinando.
Las infecciones respiratorias repetidas o graves en la infancia también pueden conducir a enfermedades crónicas de los pulmones en la edad adulta. Un número de estudios han reportado una asociación entre la exposición al humo de biomasa y bronquitis crónica o enfermedad de obstrucción pulmonar.
Es probable que, más bien que causar el asma en primer lugar, el humo agravará el asma desencadenando un ataque. No obstante, los ataques repetidos debidos a la exposición al humo pueden dejar a la persona más vulnerable a pequeñas dosis y aumentar la gravedad de los ataques. La exposición a partículas finas en el humo se ha vinculado con mayores síntomas de asma y visitas a consultorios de emergencia.
El humo de la combustión de biomasa contiene grandes cantidades de monóxido de carbono (CO), que puede combinarse con hemoglobina en la sangre para producir carboxihemo-globina (HbCO), reduciendo con ello efectivamente la cantidad de oxígeno transportado a los tejidos del cuerpo y causando anemia. Esto es particularmente importante para las mujeres debido a que ellas tienen menos reservas de hemoglobina que los hombres, y porque sus niveles naturales de HbCO aumentan considerablemente durante el embarazo. Por otra parte, las mujeres son quienes cocinan y están más expuestas al CO.
Es sabido que las cataratas – la principal causa próxima de ceguera total en el mundo – están vinculadas con el daño al ojo que, entre otros factores, puede ser producido por una pesada contaminación transportada por el aire. Varios estudios en humanos indican que el humo de tabaco puede causar catarata, lo cual sugiere que el humo de las cocinas podría tener un efecto similar, si bien la investigación llevada a cabo es limitada. El tracoma y la conjuntivitis, también causantes de ceguera, tal vez podrían ser agravados por el humo.
El humo de las cocinas, igual que el humo de tabaco, contiene numorosos hidrocarburos aromáticos policíclicos, tales como benzo(a)pirina, que pueden causar cánceres. La investigación empírica ha demostrado una asociación entre la exposición al humo de carbón y el cáncer de pulmón, pero la evidencia que vincula el humo de biomasa con el cáncer de pulmón es limitada.
La opción es clara. Es posible salvar millones de vidas humanas y evitar
gran cantidad de mala salud en los países mediante la reducción de los
niveles de contaminación en lugares cerrados del humo causado por
cocinas y estufas. Tal vez la opción política a largo plazo más obvia
consiste en promocionar un cambio de los combustibles de biomasa a los
combustibles más limpios. Otras incluyen fomentar viviendas mejores y
cambiar la conducta mediante programas de educación sobre los efectos
adversos de la exposición al humo de las cocinas.
Empero, a corto plazo, la falta de disponibilidad de infraestructura y
combustibles alternativos – y de la capacidad de la gente para pagarlos –
podría hacer imposible un cambio de los biocombustibles. Una política
más práctica consistiría en promocionar cocinas mejoradas. Hace falta
proveer cocinas y estufas de bajo costo que queman biomasa de bajo
consumo de combustible, producen menos humo, provistas de tiros o
campanas diseñadas para evitar el escape de contaminantes al interior
de la habitación. Animo y a diseñar cocinas, estufas.... baratas y faciles de realizar
Algunos ambientadores domésticos son más tóxicos que el tabaco, según la OCU
La Organización de Consumidores y Usuarios
(OCU) de España.
Y otras entidades de Bélgica, Italia y Portugal,
analizaron veintidós ambientadores de uso doméstico con el objetivo de
comprobar qué tipo de sustancias emiten al aire. Y dicen que:
“emiten niveles excesivos de compuestos dañinos como el benceno y el
formaldehído”.
Los ambientadores analizados se asocian al bienestar y la
relajación y cada vez son más utilizados en los hogares pero,
"lamentablemente, lejos de producir esos beneficios, lo que hacen algunos
es emitir niveles excesivos de sustancias tóxicas, alergénicas y
contaminantes", señala la OCU. En vez de ambientar en realidad empeoran la
calidad del aire, "comparable en términos de toxicidad a una sala de
fumadores muy cargada". Las asociaciones de consumidores reclaman una
legislación que fije un límite de emisiones y obligue a mostrar en el
etiquetado los riesgos para la salud.
La OCU recomienda no usar este tipo de
ambientadores dado que no limpian el aire ni suprimen malos olores; y no
emplearlos en lugares que carezcan de ventilación ni en presencia de niños,
embarazadas o personas que padezcan alergia o asma. En su lugar aconsejan el
uso de velas, y no de manera habitual, y ventilar la estancia como mejor opción
para mejorar la calidad del aire.
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